Algunos datos deberíamos tener en cuenta cuando estamos navegando y de repente nos vemos en medio de una intensa niebla. No suele ocurrir muchas veces, bueno quizás más en algunas zonas que en otras, pero está bien recordar algunos consejos si nos vemos sorprendidos por ella.
Los objetos pueden parecer más grande de lo que parece
Cuando se opera en zona de niebla, debemos tener en cuenta que la visibilidad se suele reducir drásticamente. Cuando la visibilidad es de entre 25 y 150, el barco u objeto que avistemos, puede parecer dos veces mayor de lo que és. La ilusión también tiende a hacer pensar que se están acercando a un ritmo mucho más rápido de lo que realmente lo hacen, datos que deben ayudarnos a mantener algo más la calma cuando entremos en una zona de ese tipo.
Sin brújula, deberíamos ir en línea recta
La mayoria de veces que un patrón de pequeña embarcación se encuentra con una zona de niebla, no dispone de brújula. Sin brújula y sin puntos de referencia, hasta el mejor de los patrones tenderá a moverse en círculos. Es por eso que la segunda recomendación es que vayamos en línea recta y no intentemos navegar buscando una referencia.
Para seguir en línea recta, es aconsejable colocar o abrir la luz de arco, sino situar una en un punto alto. Después deberíamos lanzar (amarrada) una ancla flotante o almohadilla o lo que tengamos a mano que cree resistencia, por la popa. Deberemos entonces mantener una línea centrada en nuestro paso por la popa y de esta forma aseguraremos que vamos en línea recta.
Acciones a tomar en caso de niebla
Si ves un banco de niebla que se aproxima o niebla que se forma, asegúrate de fijar tu posición por todos los medios necesarios, incluida la vía electrónica o por los cojinetes. Si es posible, tira el ancla y espera a que la niebla pase, eso si estás en una zona poco frofunda y de poco paso de barcos. No olvides emitir las señales sonoras que obliga la normativa (si puedes, sino deberías buscar alguna cosa que pueda emitir sonidos, es básico para advertir de tu presencia a otros barcos. No está de más que te mantengas en silencio y estés atento de posibles ruidos de motor. Si escuchas una embarcación aproximarse, emite los sonidos que puedas si no dispones de bocina (deberíamos llevar siempre una) y si tienes una, recuerda emite una pitada corta – una prolongada – una pitada corta para notificarles tu presencia.
Esperemos que no os encontréis muchas veces en esta situación, así como que recordéis algo de lo expuesto aquí, si os ocurre en alguna ocasión.
Nos vemos en el mar.